"Un programa de transformación es un conjunto de proyectos destinados a implantar un cambio duradero y significativo, lo que lo distingue de los planteamientos de mejora continua. Incide en la vida cotidiana de los empleados y, por tanto, en las organizaciones, los procesos, los sistemas de información, etc. "
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Un programa de transformación debe apoyar la ambición estratégica de la empresa. Requiere un fuerte patrocinio, con un equipo directivo totalmente alineado, y una visión clara de los retos y objetivos.
Un programa de transformación debe estar en consonancia con el plan estratégico de la empresa y sus retos en materia de RSE. Puede ser defensivo, para garantizar la supervivencia de una entidad enajenada o para hacer frente a la presión de los cambios tecnológicos y competitivos. También puede ser ofensiva, para destacar y ganar ventaja sobre otros actores del sector. En cualquier caso, es necesario tener una visión del punto de aterrizaje. Ésta puede ser más o menos precisa. Si la actividad es independizarse, el objetivo puede ser mantener el nivel de servicio. El objetivo es entonces generalmente conocido. Si el objetivo es aumentar la eficacia, el campo de posibilidades es potencialmente más abierto.
Un fuerte patrocinio también es esencial para dar legitimidad y credibilidad al planteamiento. La gobernanza también debe ser capaz de arbitraje. La experiencia demuestra que las derivas observadas en algunos proyectos suelen estar relacionadas con un fallo en el proceso de toma de decisiones.
Poner en marcha un programa de transformación requiere un método, no necesariamente estricto, pero que proporcione un marco al proceso y le dé coherencia. Es importante empezar por las actividades y luego extraer las consecuencias en términos de organización.
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