Se suele decir que un buen consultor debe ejercer varias profesiones a la vez. Los consultores disponen de un conjunto de cualidades profesionales y humanas que les permiten hacer frente a numerosas situaciones.
¡Descubramos 6 cualidades indispensables de un buen consultor freelance!
La palabra es plata y el silencio es oro. A lo largo de una carrera como consultor, muchos han conocido a ese consultor junior que se pasa el tiempo hablando en sus primeros encuentros con el cliente de “yo esto”, “yo lo otro” …
Ser consultor es antes de nada saber escuchar. Para responder a las necesidades de un cliente, primero hay que… escucharlas. Esto permite, además de entender mejor el contexto, los retos y los objetivos de la misión, comprender potencialmente aquello que no se dice, es decir, leer entre líneas. Y es aquí que el silencio vale su peso en oro.
Escuchar mucho y preguntar todavía más por que para resolver un problema, hay que empezar por entenderlo.
Un consultor freelance está obligado a trabajar constantemente en nuevos entornos y con personas muy diferentes. Estas personas pueden tener formas de pensar y de hacer radicalmente opuestas. Se trata de adaptarse y para ello es necesario saber observar. No esperemos que una empresa se adapte a nosotros (si es así, tendremos que ser muuuuy pacientes). Un consultor es como un camaleón, entiende y se adapta a su entorno para tener un impacto sobre él. La única constante: nuestra metodología y nuestra profesionalidad.
No todo es una cuestión de competencias. Mientras que los expertos prosperan en su propio dominio, un consultor de verdad posee una metodología y un mindset, para adquirir conocimientos fuera de su campo.
Poco importa la misión, las expectativas son altas. Un consultor tiene que ser capaz de guiar a los equipos del proyecto, apoyándose en una metodología sólida y compartida por todos.
Escucharemos a menudo que el consultor debe ser “problema solving”, ya que se compromete a responder de manera concreta a las problemáticas enunciadas por su cliente. Aportará una solución y tendrá que presentarla de manera metódica y organizada con el objetivo de que sea adoptada e implementada.
Por otro lado, se habla mucho de la experiencia utilizador en marketing digital (UX)…Pues, en el mundo de la consultoría, debería ser exactamente lo mismo. El camino recorrido debe ser óptimo de principio a fin y en todos los aspectos.
No, la curiosidad no es un mal defecto… Que el mundo empresarial y de la consultoría evolucionan muy rápido no es ningún secreto. Esta evolución es el reflejo del mundo que nos rodea y de sus innovaciones tecnológicas. Para aportar siempre valor a sus clientes, un consultor debe mantenerse informado de las nuevas tendencias. Es indispensable ser curioso e interesarse por diferentes áreas. Un buen consultor trabajará así su visión panorámica (o 360º según su flexibilidad).
El consultor no es un lobo solitario sino más bien un capitán de barco. Su capacidad de federar los equipos del cliente y hacerlos crecer tendrá un impacto directo sobre el buen desarrollo de la misión. Unir equipos en torno a un proyecto cuando se es consultor externo no siempre es fácil. Hay que saber encontrar su lugar y hacerse aceptar por sus cualidades relacionales e intelectuales. Una vez que los equipos vean al consultor como un aliado a quien les conviene ayudar, su trabajo será mucho más agradable y eficaz.
No nos olvidemos que una misión se cierra con éxito en el momento que el cliente ya no nos necesita...
Un consultor freelance debe cuidar su red de contactos e intercambiar con sus homólogos. Ayudarse mutuamente es una forma de mejorar y multiplicar así también las oportunidades profesionales para el futuro. Nuestra misión en FocusTribes es implementar, dentro de esta comunidad colaborativa y participativa, la fuerza del colectivo. Esta tribu, creada por consultores para consultores, está compuesta exclusivamente por consultores independientes. Para más información para contactar con nosotros, puedes ponerte en contacto con care@focustribes.com.
Por supuesto, esta lista no es exhaustiva y un buen consultor tiene muchas más cualidades y conocimientos que los seis que acabamos de describir. ¡Estas cualidades intelectuales y humanas ponen la base de lo que es un buen consultor y de lo que el cliente espera de él de manera consciente o inconsciente!
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